Leyenda de Fernán Antolínez, narración de Soria, España.

Fernán Antolínez, también conocido como Pascual Vivas fue un reconocido caballero español del siglo X. Según cuenta la leyenda mientras este escuchaba la misa como el fiel devoto que era, un ángel tomo su lugar en el campo de batalla, obteniendo la victoria para el bando del conde de Castilla García Fernández.

Leyenda

Cuenta la leyenda que cuando el caballero Fernán Antolínez, se encaminaba a incorporarse a las huestes del conde de Castilla García Fernández, escuchó el sonido de la campana que anunciaba el comienzo de la misa en el templo de Nuestra Señora del Rivero. Dejó su caballo amarrado y entró en el templo para escuchar la ceremonia y rezar por la protección de las tropas. Salió después de haber escuchado tres misas, tomo su caballo y sus armas, para luego dirigirse al campamento del conde. En el camino le anunciaron que se había librado una batalla contra el bando enemigo, de la cual las tropas del conde salieron victoriosas

Apenado por no presentarse y temeroso de que atribuyeran su tardanza a la cobardía, el caballero decidió presentarse ante el conde. Cuando llegó fue recibido amablemente por el conde, quien al recibirlo lo sorprendió diciendo: ¡Por vos hemos tenido un feliz día Pascual! ¡Vivas muchos años!

Según cuentan los relatos españoles de la época, mientras Fernán Antolínez escuchaba la misa y pedía por la protección de él y sus guerreros a Nuestra Señora del Rivero en el templo, un ángel, mensajero divino bajo del cielo, tomo la forma del piadoso caballero y esgrimió sus armas. Durante el enfrentamiento el ángel derribó al jefe del bando enemigo en el paso del Vado de Cascajar, obteniendo la victoria para el bando del conde. La última voluntad del cabalero fue que lo enterraran en el Templo de Nuestra Señora del Rivero, donde yace su cuerpo. El epitafio de su sepulcro dice: Aquí yace ¡Vivas Pascual! cuyas armas lidiaban oyendo misa…