Leyenda del Pozo Amargo, narración de Toledo, España.

Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo en Toledo dos enamorados perecieron tras ser descubierto su romance. La joven se llamaba Raquel, era hija de Leví un apreciado y reconocido rabino de la comunidad de Toledo; y el enamorado era Fernando, un apuesto noble cristiano. Estos se conocieron cuando Fernando, buscando la residencia de un vecino, decidió preguntar en el palacio judío. Al llamar a la puerta la hermosa Raquel y Fernando cruzaron miradas, solo eso basto para que se enamoraran.

Entendiendo que su amor era prohibido, debido a las creencias que profesaban y la posición social de cada uno, estos decidieron mantener su relación oculta.

Raquel y Fernando se veían cada noche entre las sombras de los callejones aledaños a un pozo que se encontraba junto a su jardín, en ese lugar los enamorados expresaban su cariño sin que nadie los molestara. No obstante, cierto día uno de los amigos de Leví, vio a la única hija de su amigo besarse con Fernando; tras obsérvalos comentó a Leví lo visto. El rabino enfureció y decidió vengarse del joven cristiano, arrojándolo al pozo la noche después de enterarse del romance

. Al enterarse de la muerte de su amado Raquel, lloró día y noche por varios días, hasta que un día no pudo soportar la perdida y bajo la luz de la luna decidió lanzarse al pozo, donde permanecería eternamente junto su amado Fernando.

En la actualidad cualquiera que visite la ciudad de Toledo escuchara sobre el trágico amor de Raquel y Fernando; hoy en día el pozo en el que está inspirada esta leyenda es uno de los sitios turísticos de la ciudad más visitados, este tomo el nombre por el que se le conoce en 1162, época en el que la historia de los enamorados tomo forma.