Leyenda El Mohan

Según la leyenda, El Mohan habita en la región del sur del Magdalena, entre los ríos Patá y Saldaña. En algunas regiones es conocido como Poira. Las personas que lo han visto cuentan que su aspecto es realmente monstruoso, cubierto de pelaje abundante. Sus manos son grandes, al igual que sus uñas largas, similares a las de una fiera. Los pescadores son las personas que tienen más conocimiento sobre su personalidad, aseguran que es travieso, andariego, aventurero, brujo y libertino.

Muchas veces roba bogas, hunde las embarcaciones, roba las carnadas y los anzuelos; y ahuyenta los peces, castiga a los hombres que no oyen misa y trabajan en día de precepto, llevándoselos a las insondables cavernas que posee en el fondo de los grandes ríos. Las lavanderas por su parte tienen otra visión de El Mohan, aseguran que le encanta enamorar las muchachas. Cuando alguna persona lo veía era probable que una inundación estuviera cerca.

Al parecer inducia a las lavanderas en una hipnosis porque en los puertos de la Jabonera, la Rumbosa, el Cachimbo, existieron muchos casos es que mujeres se dejaban enamorar y El Mohán se las llevaba a sus cuevas subterráneas donde tenía otras mujeres con quienes jugaba y sacaba a la playa en noches de luna. Muchos pescadores aseguran que oían sus risotadas y griterías. En algunas noches se le ve en una balsa tocando guitarra o flauta.

En Honda, Tolima cuentan sus habitantes que departía en parrandas, pero luego desaparecía sin dejar huella. En guamo, Méndez, Chimbimbe, Mojabobos, Bocas de Río Recio, Caracolí y Arrancaplumas lo vieron arreglando atarrayas, fumando tabaco, cantando y tocando tiple. En noches de tempestad se oyen claramente sus carcajadas.

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