Leyenda del Conde Estruc, narración de Cataluña, España.

El Conde Guifré Estruc era un reconocido señor feudal de la corona catalano-aragonesa. Durante el siglo XII fue conocido por enfrentar en la batalla de Navas de Tolosa al rey moro de Valencia bajo las ordenes de Berenguer IV. Tras destacarse en el campo de batalla el mismo rey Alfonso II, le envió a perseguir infieles y paganos en la región de Ampurias. Desde el castillo de Llers, cumplió fielmente con las órdenes del rey, sin embargo, cayó en desgracia a causa de la maldición de unas brujas a las cuales condenó a la hoguera.

Según la tradición oral catalana el Conde volvió a la vida convertido en vampiro, como tal sedujo y atacó a numerosas mujeres de la región. Su fama se extendió por toda la región convirtiéndose en una de las leyendas más conocidas, fue pasada de generación en generación hasta nuestros días. La leyenda del Conde Estruc es uno de los primeros relatos que existen sobre el vampirismo, aunque generalmente se asocia el nacimiento del vampirismo con Vlad Draculea o Vlad el empalador hacia el siglo XVIII.

Leyenda

Cuenta la leyenda que el devoto Conde Estruc fue maldecido por un grupo bujas a las cuales condenó a la hoguera

. Tras ser envenenado por uno de sus caballeros, volvió a la vida convertido en un vampiro de aspecto joven y seductor. El vampiro sediento de sangre salía en la noche en busca de alimento, le gustaba seducir y violar a jóvenes casaderas a las que dejaba embarazadas. Estos bebes fallecían poco tiempo después de su nacimiento, se cree que era debido a la naturaleza de su padre.

Con el paso del tiempo los rumores sobre los ataques del conde se extendieron por toda Cataluña, su fama se extendió de tal manera que incluso los padres mencionaban al conde para asustar a los niños que no se portaban de manera apropiada. Sobre su segunda muerte se conocen pocos detalles, se cree que una anciana cansada de los terribles actos del vampiro, decidió ponerle fin a su vida clavando una estaca en su corazón. Otra versión de sobre su muerte, dice que un judío conocedor de la Cabala lo hizo descansar con un sortilegio ancestral.