Leyenda del Chantre de Calahorra, narración de Miranda de Ebro, España.

Cuenta la leyenda que Pedro Pascual Martínez, Chantre de la Catedral de Calahorra en Miranda de Ebro, era una persona sumamente devota y caritativa, la cual tenía la costumbre de dar casi todo su dinero a obras de caridad y actividades en beneficio de los necesitados. Su amor por el servicio le llevó a construir un hospital para pobres, donde actualmente está la Iglesia de Santa María; en este lugar ayudó a numerosas personas a diario.

Este bondadoso hombre tenía por hermano a un joven holgazán, desorganizado y con muchos vicios; un día este le pidió dinero al Chantre, pensando que este no se negaría, pero el Chantre conociendo a su hermano prefirió no darle dinero. El joven enfureció y golpeó al Chantre hiriendo su rostro; tras el ataque el religioso se dirigió a la Iglesia, donde debía realizar la misa. Cuando regresaba a su casa unos mendigos le pidieron limosna y el Chantre les dio las pocas monedas que llevaba consigo. Su hermano al ver esta escena desde la ventana del último piso en el que estaba, enfureció, tomo un saco con arena y lo arrojó desde la ventana. Al caer este golpeó fuertemente al Chantre, provocando su muerte al instante

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Tras su muerte su cuerpo fue enterrado en contra de su voluntad en el cementerio de la cuidad y no en el hospital para pobres, donde deseaban ser enterrado. Años más tarde las inundaciones provocadas por el río Ebro, llevaron en tres ocasiones el cuerpo incorrupto del Chantre hasta donde se ubicaba la Iglesia de Santa María

, por lo que los mirandeses decidieron respetar su voluntad, dejando su cuerpo en la Iglesia de Santa María, donde puede ser visitado actualmente.